"Esta cuca es mia", escribió Florentino Ariza en el abdomen de Olimpia, con una flecha señalando su cuca. Por ese "letrero" el marido de Olimpia la termina matando. Por pasiones desabiridas, por amores descontrolados, o simplemente por un estupido error todo se puede acabar al atardecer. ¿Quién mide las consecuencias de sus actos cuando está enamorado? Uno se desquicia, uno pierde el control sobre uno mismo, ya no existe ni lo moral ni lo inmoral, todo se une para de esta manera evitar todo lo que es lógico y real, llegar de esta manera al punto máxima imaginación.
Viajemos por el mundo, nos encontraremos con Santiago Nasar, al pobre lo querían matar, de hecho lo lograron, todo por el simple hecho de disfrutar de los placeres que le producen las mujeres. ¿Es eso un pecado? El simple y sencillo hecho de saber que saber que le puede ofrecer cada persona no es un pecado uno ha de saber que es lo que le ofrecen a uno y recibir los regalos de la vida con los brazos abiertos. "No llores mi pequeño colibrí, que al llegar la noche volveré a tu celda y nos amaremos como nunca antes lo hicimos, dejaremos que las sabanas resbalen por nuestra piel y que nuestros cuerpos se hagan uno solo. No sufras más que pronto contigo estaré de manera que este atardecer pronto llegara y nadie nos volverá a separar."
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