martes, 24 de noviembre de 2009

Maestro

Te he visto y me he dado cuenta de que eres mi maestro.
Te observo al caminar, pero siempre me escondo de ti.
Te escucho al hablar y siento que todo lo que dices es una lección de vida.
Me escondo, por vergüenza siento que eres superior a mi,
que a tu lado el mundo desaparece,
pero para poder verlo me escondo.
Pero ha pasado algo extraño,
me he empezado a sentir observada,
pero a ti no te he visto hace mucho tiempo.
Siento que me siguen al andar y
que me escuchan al hablar.
Es como si alguien tomase nota de lo que hago.
¿Dónde estas mi maestro?
¿Dónde te has metido?
Lloro las noches de tu ausencia.
Necesito de ti.
¡Déjate ver!
Quiero poder sentir tu presencia,
para así decirte lo que me haces sentir.
Mostrarte los mundos que me abriste con tus palabras.
Oh mi gran sabio, quiero probar esos labios tuyos,
para ver que extraña puerta me abrirás,
que mundo mágico me mostraras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario