domingo, 22 de noviembre de 2009

Noche

Ha llegado la noche,
esa noche oscura que se adueña de nuestro cuerpo y de nuestros sentidos,
esa es la misma noche que cuando tu no estas me convierte en bestia,
y cuando tu estas me convierte en presa.
Soy la tormenta la que te tiene que dejar,
para que así la calma tuya pueda reinar.
"No te vallas amada tormenta,
llévame contigo, que no te quiero abandonar.
Sin tormenta la calma no puede existir,
quiero ir contigo,
tu eres mi amada,
déjame estar junto a ti,
quiero poder calmar tu turbio corazón,
secarte las lágrimas y
besar tus labios llenos de pasiones escondidas."
"Calma, quédate, no hagas estupideces.
me iré lejos y
de esta manera, no has de calmar a mi turbio corazón,
ni te destrozaras por besar mis labios.
No los has de desear nunca más,
olvídalos,
ellos solo daño te causaran."
"No me negaras besar esa boca,
pequeña y traviesa tormenta ven a mi,
adueña te de mi calma,
llévame al centro de tu tormenta,
donde esta misma deja que la calma se adueñe de ella,
ven pequeña no temas,
yo te protegeré y tu no has te correr más."

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