viernes, 1 de enero de 2010

Una triste realidad

Te veo acostado al lado mio y me doy cuenta de que ya he perdido el interés por ti. Me siento mal al no poder expresartelo hemos hecho el amor, hasta hemos tenido simple sexo carnal, pero siempre habian sentimientos involucrados. Pero esta noche pasó algo diferente de todas las noches. No quería que me tocaras, te veía y no te deseaba, era triste, deprimente. Me penetraste varias veces, llegaste al punto máximo de exitación, tocaste el cielo con las manos, mientras debajo tuyo yo trataba de ocultar las lágrimas para no llorar. Al irte después de nuestra noche, en la que me habia aferrado de que era culpa mia y que derponto solo estaba segura de que si lo era, ya que me habia dado cuenta de que ya no te deseaba mas que a un simple amigo. Aparecio él, en una extraña mezcla de salvación y de pecado mortal y me abrio la puerta a ese extraño mundo en el que yo era una bestia y el me dominaba. Perdoname, de todo corazón pero él me acordo de que aun soy libre y que puedo volar lejos, así como cuando tu me conociste, pero deseaste amarrarme, yo sin darme cuenta accedí, pero noto la extraña necesidad de volar libre otra vez. Te dejaré y me encontrarás en la cama de él desnuda y sonriente, así que ve y vuela se libre y busca a la persona que quiera seguir corriendo y que cuando tu la pares ella pare. Te deseo suerte mi domador de bestias que pronto vas a encontrar a la tuya que va quedar bien mansita.

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