martes, 16 de junio de 2009

cosas

Bueno hoy va ser el día en el que te escriba, el día en el que decidí que voy a entregar las armas y bajar los escudos, el día en el que decidí entregarme a mi corazón esperando que lo que diga mi subconsciente sea cierto, de que no importa lo que piense en realidad siempre supe que eras tu. Suena ridículo ya que se que tu jamás veras esto y que no lo recibirás. Pero igual que puedo hacer quizás no lo sepas bien, pero lo que siento nunca es único, ya que jamás lograre sentir o entregar mi corazón a una sola persona, por más que diga que eres el correcto, pero por miedo a perderlo por completo le entrego una parte a otro sin que lo sepan, se los entrego en una caja de metal con 1000 candados irrompibles y las llaves jamás las encontrará, no me lo tomes a mal pero tu bien sabes que no me gusta sufrir demasiado y que hago lo imposible para que mi vida siga, aunque con eso no estoy diciendo que crea que me vayas a hacer daño o que no corre el peligro de que yo te haga daño a ti, solo es que por precaución y por el bien de los dos entrego mi corazón en mil partes. Se que superaras todos los obstáculos y que llegaras a ser el dueño único de mi corazón. Vamos valiente caballero, baja de tu corcel y róbame el corazón, vuélvete el único dueño de mi recamara.

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